revista "luchemos por la vida" - Año 6 - Nº 17

Control fotográfico en Estados Unidos: mitos de allá... ¡y de aquí!



Las cámaras fotográficas están siendo usadas para hacer cumplir las leyes de tránsito en más de 40 comunidades en EE.UU.

El ingeniero en transporte Richard Retting del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) explica: “Las cámaras en los semáforos proveen una certeza de control y aplicación de las leyes del tránsito las 24hs. del día, 7 días a la semana”. “Esto ha cambiado la manera en que se comportan los conductores en cuanto al cruce del semáforo en rojo, y ahora podemos documentar como este cambio de comportamiento reduce choques, muertos y daños. Con el uso del control fotográfico bien promocionado, las comunidades pueden tener bocacalles más seguras y hacer cumplir los límites de velocidad".
El uso de cámaras es ampliamente apoyado: los residentes de Oxnard apoyaban al control fotográfico inclusive antes de que se pusiera en práctica. Una vez que el sistema fue implementado, el apoyo aumentó. Un apoyo similar prevalece a nivel nacional. Las opiniones son favorables en las comunidades en las que está funcionando y también en las que no, de acuerdo a una reciente encuesta del IIHS en 10 ciudades.
El cumplimiento efectivo de las leyes de tránsito se confiaba exclusivamente a la presencia de un oficial para observar violaciones e identificar y citar infractores. Obviamente, esto limita la efectividad del cumplimiento de las leyes porque la policía no puede estar en todas partes. Inclusive cuando observan infracciones no es siempre posible parar al infractor de manera segura porque para pararlo el oficial puede necesitar exceder el límite de velocidad o cruzar el semáforo en rojo.
Las cámaras fotográficas en los semáforos y otros sistemas fotográficos están diseñadas para identificar a infractores sin la necesidad de que haya policías presentes. La cámara guarda la fecha, hora y velocidad del vehículo; una clara imagen del vehículo es producida bajo un amplio rango de luz y condiciones climáticas. Las imágenes son cuidadosamente revisadas y las citaciones son enviadas por correo a los dueños registrados de los vehículos de los cuales se tiene una inequívoca evidencia de infracción.

Aunque los juzgados han apoyado los sistemas de control fotográficos reiteradas veces, los oponentes alegan que el sistema de control viola una variedad de protecciones legales y constitucionales. Algunas de las objeciones más frecuentes y sus respuestas son:

1er Mito: Como antiguas emboscadas de velocidad, el control fotográfico está designado a hacer dinero, no a proteger a la gente.

Cada año los accidentes de tránsito debidos al no respeto del semáforo toman la vida de más de 800 personas y otras 200.000 son heridas. Más de la mitad de los muertos en choques en semáforo no respetado son otros peatones o automovilistas, así que no debería cuestionarse el hecho de que los que cruzan el semáforo en rojo son conductores peligrosos. Un reciente estudio del Insurance Institute for Highway Safety en Oxnard, California, mostró que las violaciones de la luz roja bajaron hasta un 42% después de que el sistema de control fotográfico fue introducido. La clave para el cumplimiento efectivo de las leyes de tránsito está en la publicidad; sin ella no hay efectos de disuasión y el propósito de las cámaras en los semáforos es disuasivo.
El control fotográfico tiene mucha fuerza de disuasión precisamente porque no es como las llamadas “emboscadas de velocidad”, hechas en un lugar donde la mayoría de los conductores excede el límite de velocidad. Allí los policías podían escoger y elegir a quienes ellos quisieran citar, inclusive a los conductores que apenas excedían el límite de velocidad.

El objetivo del control fotográfico es disuadir infracciones, no atrapar en secreto a los infractores. Cuanto más público es el control, mejor es. Generalmente hay señales y campañas de publicidad que advierten a los conductores que el control fotográfico está en uso. Y entonces, el control fotográfico es justo ya que no hay discriminación entre iguales infractores, ni lugar para el “acomodo” o “coima”.

2do Mito: El control fotográfico le permite a la policía actuar como en el programa “Gran Hermano”, espiando constantemente a los ciudadanos que obedecen las leyes.

Las cámaras fotográficas no son cámaras comunes sino que están diseñadas sólo para capturar evidencia fotográfica de infracciones. No fotografían a vehículos que están por debajo del mínimo de velocidad permitido. En otras palabras, el control fotográfico no está designado para la recolección de información extra que no es necesaria para los propósitos del cumplimiento de la ley, ni menos privada.
La Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos protege el derecho a la privacidad de intrusiones irrazonables de agentes de la aplicación de la ley. En 1967, en un caso destacable, "Katz vs. EE.UU.", la Suprema Corte de los Estados Unidos estableció que “Lo que una persona concientemente expone en público, inclusive en su propio hogar, auto u oficina, no es asunto de protección de la Cuarta Enmienda”

3er Mito: Con el control fotográfico, los propietarios son culpables hasta que se demuestre lo contrario.

Las leyes que autorizan el control fotográfico sólo dicen que la evidencia fotográfica de una infracción es suficiente prueba para citar al propietario registrado. La citación es meramente una convocatoria. Las leyes del control fotográfico dejan en claro que la evidencia fotográfica crea sólo una presunción refutable. El dueño registrado puede presentar una defensa en persona. Por ejemplo, en otros estados, un dueño sólo tiene que identificar al conductor responsable de la infracción para refutar la presunción. Es difícil de imaginar una presunción más fácil de refutar.

4to Mito: Las cámaras del control fotográfico cometen demasiados errores.

Cada sistema tecnológico y cada sistema humano puede cometer errores. De todas maneras, el control fotográfico ha estado en uso en Europa por más de 20 años y en EE.UU. por más de 10 años y está probado que es exacto y confiable. Las leyes del control fotográfico requieren que las cámaras cumplan normas tecnológicas de eficacia y calidad, y que sean bien mantenidas. 
No obstante, un infractor siempre tiene derecho a mostrar la posibilidad de error, y el jurado es el que decidirá si es suficiente como para crear una duda razonable en base a una evidencia científica.

Extractado del informe del Insurance Institute for Highway Safety, Abril 2001.



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